Noche Mágica
Todavía recuerdo a mis padres diciéndome: “Venga, a la cama, que esta noche vienen los Reyes”. Todavía puedo sentir aquella emoción.
Recuerdo como me escondía detrás de la puerta de mi cuarto tratando de captar cualquier movimiento de los Reyes y también recuerdo cómo mi madre me decía que si los Reyes me veían, no me dejarían nada. Recuerdo estar en la litera de arriba con los ojos y los oídos “abiertos”, pero no recuerdo haberlos escuchado nunca. Recuerdo haber preparado, junto con mis padres, comida para los Reyes, dejarles caramelos (de menta, que raros estos Reyes) y turrón, y hasta una botella por si tenían sed…
Recuerdo la ilusión con la que me levantaba. Mis padres gritaban: “Han venido los Reyes, han venido los Reyes”. La batería de mi hermano estaba en mitad del pasillo, y la “trinos” de mi hermana pequeña en el salón, los cuentos de Disney… Los caramelos y la comida habían desaparecido y también habían estado bebiendo!!!! Mis padres tenían razón: los Reyes, sin duda, tenían sed.
Y recuerdo el día en que mi hermano, un poco más pequeño que yo, me “descubrió” a los Reyes… Él se alegraba porque así podría elegir el balón que quería y yo lloraba desesperadamente mirando a mi madre diciéndole que no podía ser. También recuerdo la cara de tristeza de mi madre tratando de explicármelo y cómo rápidamente miró a mi hermana y dejamos el tema. Ese día aprendí algo sobre el instinto de protección. Recuerdo que aquella misma tarde fuimos a una tienda muy pequeñita, a la que habíamos ido muchas veces, y yo buscaba desesperadamente el escondite de los Reyes. Un escondite que aquel día se desvaneció.
Mucho más tarde vino Papa Noel pero a él no le creí. No tengo nada en contra tuyo, Papa Noel, pero llegaste tarde. Los Reyes siempre serán los Reyes.
Pasaron los años y la noche de Reyes volvió a tener algo de magia aunque de manera distinta. Todos los amigos nos reuníamos en casa de los padres de Lorenzo y celebramos aquella noche. Sus padres nos dejaban la casa. Cada uno traía un plato cocinado por él (al menos se intentaba) y lo aportaba. Los días previos también eran mágicos: qué hago yo, trae esto tú, voy a preparar tal cosa… y todos podíamos. No había excusas. ¡Que hartón de comer! ¿Cómo es posible que fuésemos 12 ó 14 y probásemos 14 platos y, por supuesto, roscón? Esta tradición, aunque con cambio de casa, duró hasta hace 2 ó 3 años. Las “nuevas obligaciones” pueden con todo.
Pero he empezado diciendo que esta noche es una noche mágica y es verdad. Por primera vez puede que esté con los Reyes. Todo es gracias a Juan, mi hijo. Tiene dos años y medio y empieza a sentir esa emoción. El quiere que hable con los Reyes porque les ha pedido una “isi-ke-ta”. Así que esta noche, tendré que estar con sus majestades, para pedirles que le dejen a Juan su “isi-ke-ta”. Por si acaso me duermo y no los veo, les dejaré una carta contándoles todo y también comida y bebida, ¡que no se me olvide!
Sin duda es una de las emociones más fuertes que pueden sentirse a lo largo de la vida, una ilusión increíble en la que todos creemos cuando somos niños y… no tan niños.
Así que ¡corre! Hay que irse pronto a la cama. Esta noche vienen los Reyes.
7 comentarios
Ana -
Un besote,
pau -
muchas felicidades por esta nueva aventura!! ya verás como seguro que la inspiración te visita a menudo y nos das a todos la alegría de poder compartirlo contigo..
un besazo!
lara -
Pero supongo que cuando tienes niños cerca vuelve a nacer esa ilusión, asi que espero que pronto mi hermana tenga un niño o niña....
Ivan -
Yo tambien tuve que guardar el secreto muchos años porque tengo hermanos pequeños, pero aun asi todavia hacemos como di fuermanos pequeños
Ana -
Eso es que has sido muy bueno ¿eh? Porque un milagro así no ocurre todos los días... Así que hay que seguir portándose bien. Uno nunca sabe lo que nos pueden traer ;)
Chus, De verdad,de verdad, de verdad que no pensaba que lo leyese nadie (o casi nadie). Pero es que Agus es un "maestro" al que seguimos mucha gente...
Y... ¿Por qué guardaste el secreto 2 años? ¿Tenías un hermano/a más pequeño?
Chus -
Ivan -
Sin embargo este año a ocurrido algo magico... llevaba 2 dias con el ordenador estropeado, sin conexion a internet.. y esta mañana me levanto, he encendido el ordenador para muy a pesar mio formatearlo, y de repente noto que iba muy bien y para colmo tambien me funcionaba la conexion a internet; como por arte de magia se ha arreglado...